Un investigador revela en un solo gráfico la maraña de trabas que les pone el Gobierno para trabajar
Un laberinto burocrático infernal. Así se pueden definir las trabas que pone el Ministerio de Ciencia a los investigadores universitarios. A pesar de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez lleva por bandera el impulso del I+D+i la realidad es muy diferente. Las universidades han elaborado esquemas sobre cómo conseguir los fondos para que los investigadores trabajen y se puede comprobar que la tarea es prácticamente un callejón sin salida.
El investigador que ha dado la voz de alarma es Javier, experto en Machine Learning (aprendizaje automático o automatizado de máquinas) por la Universidad de Córdoba. A pesar de que es un especialista en temas complejos, reconoce que se le hace cuesta arriba entender las condiciones enrevesadas que pone el Gobierno para acceder a financiación.
«Para averiguar si podemos participar en los proyectos Retos del Ministerio de Ciencia mi universidad ha hecho un formulario y un diagrama de flujo para saber si puedes ser IP, Equipo de Investigación o Equipo de Trabajo. Lo de la burocracia en España tiene ya tintes épicos», ha escrito en sus redes sociales.
Sus seguidores, al ver ese esquema imposible, han dudado de la veracidad de la imagen. No obstante, el investigador ha enlazado a la web oficial de la citada universidad andaluza para que no quede lugar a dudas. «Parece la instalación eléctrica de una central nuclear», bromea un internauta al ver el documento.
Las preguntas para saber si un proyecto puede recibir el apoyo institucional son infinitas: «¿A quién pertenece el proyecto?, ¿es una entidad vinculada a la universidad?, ¿participan profesores eméritos?, ¿es de ayudantes doctores?, ¿catedráticos?, ¿es compatible con otras ayudas?, ¿hasta cuando dura la vinculación al proyecto?», son algunas de las decenas de interrogantes que se plantean.
Lo tenéis en PDF aquí, que si no tiene errores, sirva para casi todos los centros: https://t.co/pLOcEd759M
— Javi (@javisamo) November 24, 2021
El caso ha llegado también a oídos de políticos como Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos y conocedor del ámbito académico como profesor de Economía por la Universidad de Chicago, la Escuela Económica de London y la Escuela de Negocios IE. «Llevamos 115 años sin que un científico basado en España gane un premio Nobel. Con estos procedimientos, me temo que habrá que esperar otros 115 años», ha lamentado el también vicepresidente del grupo liberal del Parlamento Europeo.
115 años sin Nobel
En este sentido, las redes sociales han recordado que el último Nobel español fue, en 1906, Santiago Ramón y Cajal. Este médico logró esta distinción internacional gracias a sus trabajos sobre el sistema nervioso. Gracias a sus averiguaciones se desarrolló una teoría nueva y revolucionaria sobre el funcionamiento de las células nerviosas. De ahí que se le considere habitualmente el padre de la neurociencia.
En la actualidad los investigadores muestran su malestar porque el Nobel de Química del año 2020 recayó en los investigadores que han desarrollado las conocidas como las tijeras genéticas (la técnica CRISPR) en la que ha trabajado intensamente Francisco Juan Martínez Mojica, microbiólogo, investigador y profesor español titular del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante. No obstante, se quedó fuera de los premiados.
«A Mojica no se le ha dado el Nobel porque no hemos promocionado su trabajo adecuadamente. En eso el mundo del cine sabe promocionar el producto nacional mejor. ¿Por qué hay españoles con premios Oscar? Porque primero ha habido una campaña de promoción interna, los Goyas. Para que a Mojica le hubieran dado en Nobel deberíamos haberle premiado con el Princesa de Asturias u otros premios nacionales primero», lamenta otro investigador al hilo del mensaje de Garicano.
En esa misma línea, otro internauta avisa: «O acabamos con la burocracia y los inútiles que la engordan o ella acabará con nosotros, es imposible que el talento pueda contra este muro de prescindibles que son los pica teclas de las normativas. El siglo XXI y las nuevas tecnologías deberían terminar con esto». «Hay que enseñar a los burócratas del Estado que menos es más», agrega otro.
«En el ministerio se esfuerzan mucho en hacer que desistamos de presentarnos», «el verdadero reto es participar» o «me muero de risa y de pena a partes iguales» valoran en internet investigadores en termodinámica, ingenieros o expertos en robots, entre otros.